El sustrato es el ambiente en el cual se van a desarrollar las raíces de las plantas, es por eso que este debe ser lo suficientemente aireado para favorecer la respiración, debe poseer gran capacidad de retención de agua para su absorción y contar a su vez con todos los nutrientes necesarios. Dado que no es lo mismo un cultivo en suelo directo que en un recipiente plástico, resulta necesario utilizar un sustrato de diseño exclusivo para cultivos en contenedores.
Los sustratos conocidos como orgánicos poseen vida (microorganismos, bacterias y hongos) por ende el cuidado en su conservación y la calidad de sus componentes son determinantes para un optimo rendimiento.
El riego también es fundamental y prácticamente va a determinar el éxito del sustrato y por ende de nuestro cultivo. Tanto la cantidad, como la frecuencia y la forma en la que se riega puede modificar la circulación y absorción de agua en el contenedor ademas de lavar nutrientes.
Finalmente otro factor muy importante a tener en cuenta al momento de evaluar un sustrato, somos nosotros mismos, es decir los encargados de llenar las macetas. El llenado de una maceta no es un paso menor, el sustrato no debe ser apelmazado con las manos siendo lo mejor darle golpes suaves contra la mesa o el suelo donde estamos trabajando para que se acomode en el recipiente sin compactarse por demás.